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180 kilos de carne acompañados de sus tomates, zanahorias, champiñones, guisantes, cebollas, ajos y pimientos han dado el sabor más tradicional al guiso con el ... que Logroño despide las fiestas del patrón hasta el año que viene. La capital de La Rioja ha repartido este jueves mil raciones del estofado con el que cumple el voto a San Bernabé, esa degustación de toro guisado sobre el papel –ternera en su defecto– que tiene lugar cada 12 de junio tras la misa de réquiem en sufragio por los héroes de la defensa de la ciudad en 1521.
Miembros de las peñas Los Brincos y La Rondalosa (cada año corresponde a dos de ellas la organización del acto que culmina con la llegada de las autoridades municipales a cumplir, como cualquiera, con la promesa) han sido los encargados de poner todo su empeño en torno a las dos grandes ollas sobre las que gira cada fin de fiestas. La cola, en la confluencia de Portales con Juan Lobo, ya se podía ver antes del mediodía a fin de cumplir y emplazarse para 2026 con independencia de que ya fuese jornada laborable.
El 'voto' de San Bernabé regula cómo debe celebrarse la festividad del patrón de Logroño y, desde su constitución, la capital regional sigue respetando sus principales contenidos. En ellas figura la degustación del toro guisado, amén del festejo taurino, junto a la construcción de un gran arco triunfal y la procesión con la imagen -'banderazos' del alcalde incluidos- el mismo día 11 y la citada misa de réquiem la jornada de después.
Originariamente, concluida la misa de réquiem, el mayordomo de la ciudad debía tener convenientemente aderezado uno de los toros que habían corrido la tarde anterior y, junto con pan y vino, se ofrecía a los pobres de Logroño. Como curiosidad, y según cuentas las crónicas, en tal servicio debían participar todos los miembros del Cabildo bajo amenaza de multa de dos reales. Hoy, casi cinco siglos después, los concejales figuran, junto al resto del pueblo, entre los servidos...
«Unas buenas fiestas con todo lo que tienen que reunir a mi juicio unas fiestas de San Bernabé; pero si hubiera que destacar el ingrediente fundamental, me quedo con la manera de vivir la ciudad de los logroñeses». Así se ha expresado el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, preguntado por los recién finalizados festejos, a los que ha calificado como «muy buenos», con un compendio de «tradición» y «novedades y, sobre todo, «disfrutados de la mejor manera posible» –a la espera del balance oficial previsto para hoy–. El primer edil logroñés se ha referido a algunas 'voces' que estos días han hablado de menos afluencia de público que en otras ocasiones , precisando que «hay que diferenciar claramente las fiestas de San Bernabé de las de San Mateo». «Las fiestas de San Mateo son más bulliciosas, más multitudinarias en el mejor sentido, las de toda la vendimia, una cita con toda La Rioja de alguna manera», ha explicado para diferenciarlas de «lo que las fiestas de San Bernabé representan para los logroñeses y para el que se quiera acercar realmente a la tradición en su más puro estado». «No se trata tanto de un número, no se trata tanto de que sean multitudinarias, sino de que todo lo que haya se pueda disfrutar de la mejor forma posible», ha añadido el regidor municipal, para quien «ese objetivo se ha logrado». «No sé si ha habido más o menos gente, igual con mucha más gente es más complicado apreciar todo lo que ha habido en la ciudad, pero la sensación que yo tengo es que han sido maravillosas», ha concluido.
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